A MARGARITA DEBAYLE
Rubén Darío
He encontrado un vídeo en youtube
de un poema de Rubén Darío. Además de estar recitado, es un vídeo animado que
llama bastante la atención.
Este poema se puede trabajar en
varios niveles de la etapa de primaria. Por ejemplo, se puede trabajar con el
primer ciclo escuchando el poema, hablando sobre el cuento, ampliando
vocabulario que se apoya en las imágenes... En ciclos más avanzados se puede
trabajar con el texto delante e incluso aspectos como la rima, la entonación,
etc...
Me ha parecido un vídeo y un
poema muy bonitos aunque puede que resulte un poco largo para trabajar, es
por ello que también se pueden seleccionar fragmentos.
Aquí dejo el texto del poema, muy
recomendable:
A MARGARITA DEBAYLE
Margarita está linda
la mar,
y el viento,
lleva esencia sutil
de azahar;
yo siento
en el alma una
alondra cantar;
tu acento:
Margarita, te voy a
contar
un cuento:
Esto era un rey que
tenía
un palacio de
diamantes,
una tienda hecha de
día
y un rebaño de
elefantes,
un kiosko de
malaquita,
un gran manto de
tisú,
y una gentil
princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita, como tú.
Una tarde, la
princesa
vio una estrella
aparecer;
la princesa era
traviesa
y la quiso ir a
coger.
La quería para
hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una
perla
y una pluma y una
flor.
Las princesas
primorosas
se parecen mucho a
ti:
cortan lirios, cortan
rosas,
cortan astros. Son
así.
Pues se fue la niña
bella,
bajo el cielo y sobre
el mar,
a cortar la blanca
estrella
que la hacía
suspirar.
Y siguió camino
arriba,
por la luna y
más allá;
más lo malo es que
ella iba
sin permiso de papá.
Cuando estuvo ya de
vuelta
de los parques del
Señor,
se miraba toda
envuelta
en un dulce
resplandor.
Y el rey dijo: «¿Qué
te has hecho?
te he buscado y
no te hallé;
y ¿qué tienes en el
pecho
que encendido se te
ve?».
La princesa no
mentía.
Y así, dijo la
verdad:
«Fui a cortar la
estrella mía
a la azul
inmensidad».
Y el rey clama: «¿No
te he dicho
que el azul no hay
que cortar?.
¡Qué locura!, ¡Qué
capricho!...
El Señor se va a
enojar».
Y ella dice: «No hubo
intento;
yo me fui no sé por
qué.
Por las olas por
el viento
fui a la estrella y
la corté».
Y el papá dice
enojado:
«Un castigo has de
tener:
vuelve al cielo y lo
robado
vas ahora a
devolver».
La princesa se
entristece
por su dulce flor de
luz,
cuando entonces
aparece
sonriendo el Buen
Jesús.
Y así dice: «En mis
campiñas
esa rosa le ofrecí;
son mis flores de las
niñas
que al soñar piensan
en mí».
Viste el rey pompas
brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos
elefantes
a la orilla de la
mar.
La princesita está
bella,
pues ya tiene el
prendedor
en que lucen, con la
estrella,
verso, perla, pluma y
flor.
* * *
Margarita, está linda
la mar,
y el viento
lleva esencia sutil
de azahar:
tu aliento.
Ya que lejos de mí
vas a estar,
guarda, niña, un
gentil pensamiento
al que un día te
quiso contar
un cuento.
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