La animación a la lectura desde edades tempranas
Pedro César Cerrillo Torremocha
Catedrático de Didáctica de la
Lengua y la Literatura y Director del CEPLI.
Universidad de Castilla La Mancha
Torremocha comienza el artículo haciendo una diferencia
entre información e conocimiento. Afirma que la información es algo acumulable,
que consiste en acumular y acumular noticias que no se asimilan, no se procesan
y se discriminan. Sin la competencia lectora esa información que recibimos
externamente no se llega a asimilar totalmente. El conocimiento es algo que
está relacionando con el entendimiento y con la inteligencia, es estructurado y
además, es algo interno.
Uno de los aspectos que más destaca Torremocha es que la
lectura no es un hábito en la vida de los lectores. No es entendida como una
primera necesidad y no ocupa un lugar importante en el tiempo de ocio de los
españoles. En un estudio que se hizo en el año 2004 la lectura queda en
penúltimo lugar como orden de preferencia de actividades en el tiempo libre, a pesar
de ser España el país que más potencia editorial posee.
Hoy día se practica más la lectura instrumental, es decir
se lee más para informarnos, no para generar nuevo conocimiento e ideas. Se
produce, según Gil Calvo, una desnaturalización lectora que afecta en un
principio a una cualidad lectora (¿qué se lee?, ¿cómo se lee?,etc)
A pesar de no ser la lectura un hábito para la
mayoría de la sociedad sí se piensa que el hecho de leer aporta desarrollo
personal, facilidad para entender el mundo y capacidad para comunicarse con los
demás.
Leer es una actividad bastante compleja en la que el
pensamiento y la memoria son cruciales, así como los conocimientos que el
lector tiene sobre el tema.
Centrándonos en el apartado de "Tipos de lectura
y lectura escolar", Pedro César Cerrillo señala que hay muchos tipos de
lectura, pero la verdadera es la voluntaria. Se dan también las lecturas
obligatorias, que son las lecturas escolares. Se perciben como lecturas de
carácter obligatorio que tienen el mismo objetivo que otras actividades y
conocimientos escolares. Se diferencian de otras lecturas porque exigen tiempo,
dedicación y sobre todo esfuerzo.
Hoy día se dan dos tipos de lecturas: la obligatoria y la
voluntaria. Una se da en el ámbito escolar y la otra cuando es el propio lector
el que decide la selección de sus propias obras. Una persona a la que no le
guste leer no se le puede obligar a hacerlo, puesto que todo se basa en la
decisión personal de leer.
La escuela tiene la posibilidad de desarrollar en el
alumno/a la competencia lectora, es decir que sepan leer y comprender lo que
leen. Ana María Machado dice que la lectura en la escuela es el espacio y el
momento en que la literatura es salvada, puesto que el futuro lector se forma y
descubre nuevas expectativas de aprendizaje.
Sin embargo, al llegar a la adolescencia, muchos/as pierden
el hábito lector porque sus intereses son las lecturas fáciles, abandonaba los
libros y las lecturas literarias. Pero para que un niño/a tenga la
voluntad de leer lo más eficaz es que vea que algún familiar tiene es hábito
lector. Tal y como se dice que las conductas son aprendidas y muchos hábitos
también, el primer ámbito de influencia para que se lea, es el ámbito de la
familia.
La animación a la lectura tiene como objetivo la mejora de
los hábitos lectores de los alumnos/as hasta lograr crear en ellos hábitos
lectores estables. Para que se dé esa mejora es necesario que se haga al margen
de la práctica lectora como actividad escolar obligatoria, puesto que su puesta
en práctica ha de ser de manera voluntaria, fácil y comprensible.
Por lo que respecta a los ámbitos de la animación lectora,
el artículo señala dos tipos: los formales y los no formales. Uno se da en el
ámbito escolar y el otro en la familia, los medios de comunicación, etc.
Como conclusión al artículo, comentar que el tema que trata
Torremocha es de gran relevancia, puesto que actualmente pocos//as leen de
manera voluntaria debido al hecho del incremento de los medios de televisión,
la familia, Internet, etc.
Por otra parte considero que la animación a la lectora se
ha de llevar a cabo a través de las siguientes estrategias, para que el proceso
sea más eficaz:
1- Una actividad libre y continuada.
2- Libros elegidos según la edad a la que van dirigidos.
3- Libros con una calidad literaria.
4- Textos completos.
5- La experiencia que se adquiere a través de la lectura se pueda compartir con los demás.
5- La experiencia que se adquiere a través de la lectura se pueda compartir con los demás.
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